Lo que no se ve: el verdadero lugar desde donde se construye la comunicación
- Yvonne Franco Ortega

- 9 jul
- 1 Min. de lectura

La comunicación eficaz no es un juego de volumen ni de ocurrencias. Tampoco es una coreografía de formatos vistosos. Es, ante todo, una lectura precisa de lo que está en juego —incluso cuando eso no ha sido dicho.
En tiempos donde todo se expone, se celebra, se etiqueta y se comparte, lo que de verdad mueve no está en la superficie. La saturación de mensajes ha creado una ilusión de cercanía, pero muy pocas veces se logra un verdadero vínculo. Porque comunicar no es publicar. Es comprender, sostener y transformar.
Las empresas que comprenden esto no buscan “ver qué postean esta semana”, sino que se preguntan: ¿qué sentido profundo estamos reforzando cada vez que decimos algo?, ¿desde dónde estamos narrando nuestra identidad?, ¿qué lugar ocupa lo que callamos?
Lo más potente de una estrategia no está en su diseño visible, sino en las premisas invisibles que la sostienen. Y esas premisas no se improvisan: emergen de la cultura interna, del modo en que una organización se piensa a sí misma, de los miedos que no nombra y de las verdades que sí está dispuesta a habitar.
En Gisacom trabajamos ahí. No en la forma que decora, sino en la raíz que sostiene. Sabemos que el sentido no se controla, pero se puede modelar. Y que el verdadero impacto no está en cuántas personas te ven, sino en cuántas se reconocen.
Hay una comunicación que solo sucede cuando alguien realmente escucha. Y hay estrategias que solo funcionan cuando alguien se atreve a ver más allá de lo evidente.
Gisacom, comunicación con propósito
Yvonne Franco Ortega
Directora General
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